CALISTO.- ¿Yo? Melibeo soy y a Melibea adoro,
y en Melibea creo y a Melibea amo.
Tus 39 tacos,
tus trenzas,
tus pecas pintadas
y tu faldita de colegiala.
Ah,
y tu morderte el labio,
que no se me olvide
tu morderte el labio.
De pronto me cortas el rollo
y el ansia de comerme el pastel
a puras manos
lamentándote de que esto es ridículo,
que la fruta se pochó,
que el tiempo ametralla otoños,
que escuece frecuentar a la del espejo
cuando se promedian tres lunes por semana.
Y otras poesías.
y yo, que no te mando a la mierda
porque no tengo más Evangelio
que tus 39 tacos,
tus trenzas,
tus pecas pintadas,
y tu faldita de colegiala.
De modo que toca armarse de paciencia,
aguardar a que deshojes la pataleta,
te pueda la calentura, engurruñes la nariz,
me dediques unos pucheros
y
por fin
te muerdas el labio.
.
3 Comentario:
ánimo. saludos
Lo bueno sólo es lo mejor cuando se hace esperar. Mientras se espera, jode, pero cuando llega, prefiere uno haber esperado.
Me mordería el labio pero si lo hiciera no podría ni siquiera, ni siquiera, saludarte.
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