mi oficio, echarte en falta
atesorar tu papeleta de empeño
acarrearte en ansias
por donde vaya
y venga
sustanciar tus aires
y planear
de refilón
cómo camelarme a la cajera del DIA
que tiene un polvo
que no se le puede perdonar
atesorar tu papeleta de empeño
acarrearte en ansias
por donde vaya
y venga
sustanciar tus aires
y planear
de refilón
cómo camelarme a la cajera del DIA
que tiene un polvo
que no se le puede perdonar
—¿Te diviertes?
—Soy basto. Y feo. Yo digo bonito y lo digo feamente.
—Eres lo que te pone. Porque te pone revolcarte en la pocilga. Entras gato, suavito, peluchón, pero has de regoldar con una pulla repelentona. Cómo me cuestas, Coplero. Te he comparado a arañar la pizarra o rayar el plato con el tenedor. Das antera.
—¿Dentera?
—No le acomodes rótulo al por culo que tú me aflojas, enteraíllo, que por leer libros te crees catedrático de lo mío. ¡Qué sabrán los libros de mí! De mí entiendo yo sola. Y tú me das antera, ¡ea!, an-te-ra.
.
4 Comentario:
A mí no me das Antera, me das Antonio.
Beso.
Mira por donde una nueva palabro! ;)
Besos!
¡Bravo!
el poema es una maravilla amigo y la foto otra igual.
beso Antero.
Publicar un comentario