9/02/2015

Aquí, a humanos, no hay Dios que nos gane un pulso

Ok,
las conferencias a puerta cerrada,
el comadreo por los pasillos
y las negociaciones hasta altas horas de la madrugada
han dado fruto.

Por fin hemos alcanzado un acuerdo, un consenso mundial,
para guerrear según unos estrictos protocolos auspiciados por la ONU;
en los espacios restringidos a tal fin,
lejos de los núcleos de población,
fijados unos cupos máximos de víctimas
—con arreglo a la duración de las hostilidades—
y homologados por comités de expertos: armamentos, estrategias,
maniobras, traiciones y otras astutas artimañas;
permanente presencia de la Cruz Roja en el frente,
imperativo el inmediato canje de prisioneros
y proscrita, huelga el consignarlo, cualquier variante de tortura,
física o mental.

Todo lo que esté en nuestras manos
para que mueran
humanamente
los de siempre.








Velázquez

1 Comentario:

P MPilaR dijo...

sin consenso no querrán morir
con consenso, menos.
que hablen extramuros europeos.
no quieren hablar