Fútbol Club Madrid y Real Barcelona

«El fascismo consiste sobre todo en no limitarse
a hacer política y pretender hacer historia»
R. S. Ferlosio

Plas, plof…! Plas, plof…!
Dame amor del que se usa
y repica a pandereta de chicha,
verbena de dos. —¿Y ahora
quién tira el condón preñado?—.
Amor que palpa primero y pregunta después
y se aprovisiona de bragas de a 5 € el puñao
y atufa a carnívora carne un hogar
y colma el cenicero de besos y pavitas de porro:
bien vividos
de lo bien gastados.
¡Ea!

Sudado, pringón, mestizo, chabolero y analfabeto:
dame amor que no le tiene fe a las tablas de multiplicar,
que no procesiona histéricos históricos trapos
—más puta que una bandera—;
amor que bufa como gata mal follada —rodeado de miles—,
y no se siente manoseado en nombre propio —rodeado de miles—,
y no se refleja en las retinas del otro —rodeado de miles—,
y no acumula sendas codo con codo —rodeado de miles—,
y se aglomera
enlatada
carnaza
para la guerra
—rodeado de miles—.

Ningún estadístico pastorea a dos
que se rastrean
y se follan
y se salvan.

Ningún número. Ninguna linde.

Porque dos se atan con amor.
La masa con odio.
No hay otros pegamentos.
No hay otras cantidades.
O tú o ellos.

¿Quién puede ser dos rodeado de miles?

Dame amor posible
—obra de dos—.
Amor que nos reste hasta quedarnos en los huesos
de la sana humanidad, puramente dos que se miran
adonde residen los ojos y auguran la posible revolución:
follemos porque nos amamos,
follemos porque los jodemos.

Yair Tzur