11/20/2015

A que te futuro

El anciano Sócrates, reo de los delitos de no reconocer los dioses que el Estado reconoce, de introducir otros géneros o espíritus extraños, y de corromper a la juventud, está siendo inmovilizado en un calabozo ateniense por Epígeno, Fedón, Hermógenes y algunos más.

Sócrates forcejea desesperado pero no logra librarse de la manada de firmes y fieles discípulos. Ni tan siquiera puede gritar auxilio a sus carceleros puesto que Critóbulo y Critón le abren la boca de par en par.

—¡Qué descrédito para nuestro maestro! —suspira Simmias meneando el contenido de una copa.
—Queridísimo Simmias, no te preocupes por la Historia —le infunde ánimos Platón a la par que introduce un embudo en la garganta de Sócrates—, ya la escribiremos.

1 Comentario:

P MPilaR dijo...

No se tiene noticia de por qué tanta inútil criatura antiescribiendo la historia de cuento a mangazo limpio.*