1/16/2016

Capitán Pan y Peter Garfio

Lujuria tierna la de Julián, el buen Loco. Le vino la falta de torcerse el aire. De soñar al relente. De entenderse con los animales. Y algo también de la madre: taheña, bruja y bandolera. Reía como un niño santo y les desplumaba gorriones muertos a las mocitas. «¡Zape, Julián! ¡Zape!». Pero las mocitas claudicaban. No le podían pegar a Julián. Sería como castrar a un niño. «¡Ea, Julián, espúlgate la roña en el pilón y vuelve!».








Nadia Bedzhanova

2 Comentario:

P MPilaR dijo...

la duda me corroe.
_¿y se la espulgó?

la MaLquEridA dijo...

Ay no entendí.