Estar de dominguillo. Hacer dominguillo. Despertarse entre semana cinco o diez minutos antes de la hora que toca con algarabía y actitud pachanguera de ser domingo. No se registra un comportamiento estándar, que a cada cual nos parió nuestra madre. ¿Objeto?: acongojar a la jornada —laboral o no— que se avecina y que arranque a contrapié. Lamentablemente, a eso de la media mañana, el lunes o el martes de turno ya habrán desmontado la burla y achicado el susto, pero ese primer mal trago no se lo quita ni el buen Satanás, y puede que en algo aplaque sus torcidos propósitos de traerlos apalabrados.
Recopilación de palabrunas y palabrismos con su debido y escaso pormenor,
que quien lo arrienda todo a una explicación de poco quería enterarse.
Por Martín Pedriches, maestro de poca escuela
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| Dolk |
1 Comentario:
*con esos hemos do//mingüiños hemos topado
a falta de iglesias bravas
y no hacen otro que pulverizarte la encamada.
es que no tienen compasión, oiga.
Bs
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