7/18/2016

Ponga un carnívoro en su mesa

Me mordía
con hambre por bautizar
y luego
besito,
y luego
te quiero,
y luego llorar
sobre la herida.

«Te lo mereces, cabrón,
porque te estás yendo».


Y

me fui,
cuando en sus mordiscos
hubo más lavadoras que ganas.

Como ya sabéis la vida es juego
y años después
nos reencontramos en una convención de Star Wars rol.
Ni los buenos días me dio,
me pidió follar guarro en los lavabos
chapoteando orines
y olores
de otros.

De nuevo me tuvo hambre,
me lo chivaban sus ojos,
justo cuando consideró satisfactorio
el grado de maduración de mi veneno.








Bob Mazzer

3 Comentario:

miss desastres dijo...

cuando en sus mordiscos
hubo más lavadoras que ganas...


qué grande eres

P MPilaR dijo...

Pero cómo será eso de las ganas mermadas a puros mordiscos???

P MPilaR dijo...

Pero cómo será eso de las ganas mermadas a puros mordiscos???