no por Marilú,
que era linda,
sí,
y tenía pecas como estrellitas,
también,
sino porque antes se lo había dado a Peláez
y a mí Peláez me encendía,
me rabiaba los nervios.
Eso lo supe después,
con 20 o 25 años,
porque entonces,
con 6,
yo solo quería un beso de Marilú.
A ella, a Marilú,
le hizo tilín mi hablar flojito de cosa lejana,
mis rodillas sucias
y mi mirarla mucho.
Pero detrás
lo que había
era el coraje de que Peláez
se hubiera conformado con un beso
y no le hubiera pedido ninguno más.
Eso lo supo después
con 20 o 25 años
porque entonces,
con 6,
solo se apiadó de mis mocos tristes.
A Peláez le gustaba rascarse la bragueta,
los pedos cuando estornudas,
pegar la oreja a raíles,
chupar alambres,
gritar bajo el agua,
quemar ratas
y el pan con aceite.
Antes y ahora.
Alex Landish |
1 Comentario:
*antes o después deberías hablarlo muy seriamente con la Marilú.
A ver en qué queda el eso de si te beso si no te beso. No por nada sino por las teorías keynessians, que tanto enredan todo. hasta las besuqueACCIONES...!!!
bss
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