11/10/2017

Ni sí ni no, sino todo lo contrario

«He tenido 3 patrias en la vida;
las 3 con coño»

Hace frío y banderas.
Aman con el odio.
Como niños adictos a la play; «¿a cuáles podemos matar?».
Bendíceles el bate de béisbol —televisión—.
Titiritéales las pesadas digestiones —emisora de radio—.
Pastoréales la barbarie cosida a los genes —línea editorial—
Y asegúrales que el Mal no les oxida el canto de los pensamientos —cuento de buenas noches—.
Ningún nutriente posee una fecha de caducidad tan prolongada como el odio.
Los pastores lo saben.
Cuajaron el linde.
En las aceras las ovejas negras se apiñan como nubes de tormenta caídas.
Oferta de trabajo: pacer.
Y ser, al menos, válidos inútiles.
Otros se abrigarán con vuestro esquilado sudor.
Crecisteis deshaciéndoos.
Moriréis hechos muerte.
Ni la verdad ni la mentira convencen ya a nadie.
Solo rige el acarreo de ánimos.
Todo proviene del fin.
Desde este sepulcro intuyo la venidera ruina.
Yazco de pie en cada paso.
Un viento amasado en los molinos del peor postor.
Un aliento apenas respirado.
La vida horneada en moldes estadísticos.
La vida apenas erguida.
Mientras la UE homologa el último conservante inocuo en un 65%.
Y ACME abastece de sucedáneos de latidos de corazón.
Pifias con la que rellenar de insistente patetismo el capítulo de sitcom.
No están allí porque crean.
Consumen su biología pendiente abajo.
Se acarrean el alma en estatua.
Se piensan razonables.
Pero como ya señaló el fusilado por los dos bandos, la razón exige un precio;
ver vestido o desnudo al Emperador.
Se me clavan los términos.
Todo tiene su indebido significado.
Demasiado tarde para aprender a suspender la asignatura.
Ni la verdad ni la mentira disgustan ya a nadie.
La inercia pastoreada es opción mayoritaria.
Amueblan el desnivel y traccionan un viejo sol.
Como siempre ha amanecido en la tierra de promisión.
Los pactados futuros nunca se ceñirán al contrato.
Pero en algún momento histórico deben negociar su hipoteca.
Asoma el hambre antropófaga como el más económico de los menús.
El hambre es la excusa que mejor sacia.
Si McDonald quisiera comerciar mierdas las envolvería en una bandera.
Y le pedirían otra ración.
El infierno está que arde.
Pero todavía restaba que el tribunal solicitara mi presencia.
Que manifestara mi dónde.
Mi cuándo.
Mi con quién.
He tenido 3 patrias en la vida.
Las 3 con coño.
Y olores a mercadillo.
Y a calderilla recontada.
Me sé enfermo.
Sábana tendida frente al trapo que se cree primavera.
Porque se inaugura el invierno con colmillo de multitud.
Ya las multitudes entrechocan cornamentas.
Compiten por las audiencias en celo.
Se moldea el confín en carne estadística.
El mundo se destruye porque así respira.
Era lo más lógico, damas y caballeros: una casualidad cósmica no fía a largo plazo.
Se regula la olla a presión.
Y que la inminencia se prolongue.
Así la detonación intensificará su sabor.
Damas y caballeros, el universal oficio es desaparecer.
En cuanto a mí; si nací sin mortajas, moriré sin banderas.
Ven tú y desnuda.
Os necesito a las dos.








Rita Lino

3 Comentario:

P MPilaR dijo...

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Con la razón doblegada a media asta***

miss desastres dijo...

Demuéstrame que amáis al equivocado

jonhan dijo...

Ahora que lo pienso... yo también: mi madre, mi hermana, y un futuro de 12 años. Y suscribo tus palabras, y con tu lenguaje.