en plazoletas de magma quinceañero.
Retumba una espesura de sala de máquinas profunda,
de amaestrados sin futuros,
y con narices de payaso, sus sombras,
abaratan el impulso de la prostitución.
Se aguantan las horas en calor,
sudadas como bragas bien bailadas,
y los colmillos de los muchachos
aprenden idiomas comprimidos por la edad.
Definirían sin motivo
y, en consecuencia, sin motivo lincharían.
Vladimir Milivojevich |
1 Comentario:
Pobres chiquillos
con su futuros de nadie presente
Aleteos
no
más
de
matar
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