5/06/2019

La persona menos indicada

«Ese tipo es la persona menos indicada para ti»

El silencio argumentado.
Los ruidos denominados «palabras».
La indulgencia algebraica de los psiquiatras.
Acoplar según el folleto IKEA el paso no dado.
El odio reconfigurado a rutina fructífera, palpitándose adherido, sanguijuela durante su fase de engorde.
Desenvainar oraciones.
Los trapos fermentados en banderas.
La oscilante bolsa escrotal del feminismo.
El infinito en edición de bolsillo, planta 3, librería.
El Corte Inglés y San Valentín.
El Corte Inglés y el día de la Madre.
El Corte Inglés y la ingeniería de la ternura. Su contrastada eficacia.
La transfusión sanguínea del publicista.
El cerebro que nos piensan.
La libertad que nos liberan.
Los negritos escuálidos emparedados entre un spot de Bimbo y otro de Panrinco.
El siempre indispensable elemento prescindible.
Que la cifra defina la tragedia.
El trastorno de no serse a solas.
La vida en pareja homologada por la Agencia Europea del Medicamento.
Divorciarse como se casan los enamorados.
Besar a deshoras.
El amor que no nos usa.
El sexo de postal parisina.
Guarnecer la carne no sudada mediante la propensión al amago sentimental.
El verano que nos hizo cuerpos.
La trashumante eternidad en aquella playa arisca; porque, seamos francos, todos tenemos una playa que tras aquella primera vez nos recibe a perdigonazos.
La última juventud que no nos quiso.
Urbanizar infancias.
El amable deseo de maltratar al niño que no maltratan sus padres.
La vejez: los caminos que llegan.
Sondear al milímetro el abismo para acondicionar, cual tedioso oficinista, el hundimiento.
La tendencia a precipitarse como rumbo.
Y todo ello, por increíble que parezca, sumidos en un universo que se expande de forma acelerada.
Somos a la deriva allá en lo íntimo.

... me sonríes condescendiente, como hace ese público discreto y amable cuando le desmonta los trucos al aficionado prestidigitador. Es tarde, me recuerdas, tienes que ir al curro.
—Y no te calientes la pelambrera, tontuelo, tú cree en mi culo.
Sales de la cafetería.
Andas como un nuevo mundo.

Pasaron, pasan y pasarán.
Es su oficio.
Y el mío, verlos y verte pasar.








?

2 Comentario:

P MPilaR dijo...

Hace exactamente un no sé cuánto perdí la credencial
y *estosdelcorteinglés* me han devuelto la fe
Uf, qué alivio
Mundo nuevo.
Tal cual

miss desastres dijo...

Maravilla y rotura