7/18/2011

A pelo

No vive;
ella
explota.

A veces
son petardos
con vahos a sugus azul:
          un guiño,
          una sonrisa,
          un reojo para curiosear el cartel comercial,
          un besico de despedida.

Otras
son detonaciones termonucleares
con humaredas a Wylly Wonka Corporation:
          una tarde entera cotorreando,
          una carcajada,
          un esprín para chafardear el corrillo de gente,
          un polvazo de despedida.

En ambos casos,
luego,
la distante reparación.




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1 Comentario:

la luna en la boca dijo...

este final es maravillosso.