12/23/2011

En este hoy nuestro de cada día

«Cuánto quieto en el cementerio»

En este hoy nuestro de cada día
donde al racismo se le redacta el perfil favorecedor,
donde el pokémon-periodista evoluciona a Artesano de la Audiencia,
donde las banderas tapizan hogares,
las utopías las etiqueta el Corte Inglés,
los publicistas se posgradúan en 15 emes
y como traca final
los sexólogos enseñan a follar charlando,
eres,
fácilmente gobernable humano sentado,
clave.

Te han colocado tantísimo con Historia
          (¿que la droga dura no está legalizada?)
los que condenan a sus hijos a repetirla,
velándote la vida,
la que no para quieta,
que te apalancan en una butaca
y te la explican con palabras
          (¿cómo van a decir algo
          si su oficio es hablar?).
Palabras ya no cordón umbilical,
vueltas obstáculo,
intermediarias,
palabras meras palabras.
Jamás pringoso y agridulce jugo de lo exprimido con pies y manos
no fuera el puñetero caso,
fácilmente gobernable humano sentado,
que enguarraras el babero
y truncaras la uniformidad del auditorio.
Interracialidad, diversidad, mestizaje… plumas
huecas de peso,
ideas.
Y culminan el bloque marginal del magazín de Gemma Nierga,
y aliñan con una pincelada sentimentaloide la trama de Friends,
y protagonizan las promos de TV3,
y llueven en confeti durante la gala de los Goya,
y te regalan dos por un Burger infantil…

Un humano que anda no concibe lindes, purezas y amenazas
tanto
como ambiciona lindes, purezas y amenazas un humano sentado.
Y te sientan,
fácilmente gobernable humano sentado,
para que tu nombre,
          tu otra carne,
se torne código de barras
sobre el espaldar de una butaca
al que los lectores ópticos
suministrarán las pastillas diarias.

Esas
que amodorran.

Esas
que hablan.

¿Que el sábado habrá patio?
No,
borrico en la noria.
Andar
es alejarse.
Desnudo. Sabio. Lento.

No proclames mestizajes,
fácilmente gobernable humano sentado,
no celebres lo bastardo sepultado en estatua
          (ay,
          esa falaz inmortalidad de estarse quieto)
si no descifras su peso:
la ganancia de la pérdida.
Que te engendraron,
fácilmente gobernable humano sentado,
para la vida,
para dejar de ser,
para gritar a los cuatro nortes
que lo que no te quitan ni te ponen,
lo que se ensucia,
desgasta,
corrompe,
contamina,
envejece,
pudre,
          ¡por vivo!,
eres:
          desnuda, sabia y lenta
carne sin
más
Historia.

¿Te atrae morir,
fácilmente gobernable humano sentado?
No posee otra alternativa la vida.
Adelante,
interrumpe el tratamiento,
confía en la voz que te pertenece y te ordena:

levántate y anda.




.

6 Comentario:

www.felipe-ortega.es dijo...

qué honor querido amigo!!!
me ha recordado tanto este texto al libro de
HENRY DAVID THOREAU "Caminar"..... qué buena reflexión, qué buen tema para una de nuestras madrugadas, ahora ya no tan madrugadas. abrazo largo y ancho y todo.

la chica de las biscotelas dijo...

JO-DER!!!!!

Sarco Lange dijo...

Qué te puedo decir, que vi a Lázaro leyendo este inmenso poema y no sólo anduvo, se le vio corriendo y gritando cosas.

Espectacular.

La Navaja de Occam dijo...

1984, no es tan solo ficción, me esperanza saber que hay 'anteros' que nadan contracorriente recitando con maestría el aborregamiento general.
BRAVO! DE PIE CON LOS PULGARES MIRANDO EL CIELO!!!

El Chus dijo...

Andas como torcido, te he imaginado un cigarro apagado y un periódico de esos con noticias de mierda sin leer.

Pero qué bien andas, coño. Mejor que las rubias, Antero, dónde va a parar...

Bigmouth dijo...

de todo este tiempo que he estado apartado del blog por razones de trabajo lo que más me ha dolido ha sido no poder leerte a ti a sarco Jojoaquín y el Chuso. Que vivo me haces sentir ladrón...
Un abrazo entero Sr. Antero.