9/06/2012

De espermatozoides tozudos está el mundo lleno

Taheño y ametrallado de pecas. Le pusieron «el Chispas», no porque trabajara de electricista, que no, que se ganaba las habichuelas en el quiosco de tejeringos del Mercado Real, sino por dar calambre cuando estrechaba la mano. Solterón pachorro y taciturno quiso a una señorita de Pontevedra pero lo quiso Marisol Gandía, la pescadera del Mercado Real. En unas fiestas de San Miguel, risa va, risa viene, le hizo el bombo a la pescadera y lo demás vino embolicado en inercia. La señorita de Pontevedra, con la edad, echó mantecas muy feas, y jamás se bajó del burro: fue de Pontevedra hasta que se le paró la cuerda.




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5 Comentario:

chatnoir dijo...

Anda! nuevo cambio radical, eh? me gusta.

Besos.

Jesús Alcalde dijo...

Oh.

Carolina Badia dijo...

Caramba! es fragilistico!

Sarco Lange dijo...

Yo antes fumaba marihuana.
Luego, hace algunos años, la dejé porque Ingrid se enfadaba.
La cosa es que cuando empecé este texto fue la misma sensación de cuando apagaba el caño. Y cuando acabé de leerlo me vino el hambre de una pizza napolitana con un agregado de chorizo.

David Mariné dijo...

el blanco no casa bien para el polígono.el gris, sí.
un abrazo antero.