5/15/2013

Pedrea

Y así
me tocó la lotería:
por la puerta de atrás.
En embuste. Jo, quién
me iba a decir que a lo
tristón e inevitable
le acojonaba el tintineo
de la calderilla
de cada lunes, martes
miércoles, jueves
que llegan a ti.

Entiendo que las guerras
en mayúsculas o minúsculas,
festivas o laborables,
convencen porque reparten
películas y poses lucidas
y se explican puntuales
en mapas, fórmulas,
próstatas de catedrático.
Ya sé que lo manido
y pelín corrientito
nubla el día de playa.
No vende, o vende
torcido y malamente,
pero hoy que he pisado una felicidad
me tomo la licencia
de ofrecerles un consejo
gratuito y con piruletas.

Lleguen a ella. Lleguen a él.

Lo otro son dineros de ricos
y no suenan en los bolsillos.




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