4/15/2015

Apoyá en el quicio de la mancebía

Te horquillas el pelo
—recatada lujuria de canela y sal—
y los primeros clareos codician
tu Sur.
Engalanada de ti
el cuerpo se te hizo nuca.

Ahí
tienes posados plastidecores marismeños.
Y una niña con los churretes limpios.
Y las hambres de tu abuela.
Y el retintín refranero.
Y ese jilguero que canta porque pide hembra
a las órbitas celestes.

Tú, Satanás de peluche, como él,
despliegas tu coño de pavo real,
lánguido cimbreo habitado de par en par;
y canturreas para que se pregone
que te viene la vida.








2 Comentario:

P MPilaR dijo...

**¿qué tendrá el vino
cuando lo
santurrean y en paz **
La niña no es de mis ojos 👀!!!
Besos abrazos

P MPilaR dijo...

**¿qué tendrá el vino
cuando lo
santurrean y en paz **
La niña no es de mis ojos 👀!!!
Besos abrazos