11/06/2015

A su imagen y semejanza

Apenas se existe. Uniformado barullo en la computada marabunta de una cadena de montaje. La humanidad no requiere lo humano —me lo confesó el capataz—. Zumban termiteras las máquinas, matriculan plegarias inminentes. Una lúgubre luz cumple con el contrato y se filtra por los cenizos ventanales, unta de aceites mortuorios el metal.

El trabajo no es cansado. Simplemente agota. El altavoz rancia la voz del capataz; manda echar un cigarro. Nos lo merecemos. Hemos ensamblado otro Dios en tiempo récord. Lo extraen de la cadena de producción prístino, risueño y manso. Dispuesto al combate.








Nancy Fouts

1 Comentario:

P MPilaR dijo...

Desde la cadena de montaje corre el rumor de que todo son tomas falsas. El dios ese, el que más.
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