que me encarama
a hombre.
Te veo porque los ojos me ciegas»
Este país que linda con nosotros.
Este aire a disgusto en los pulmones
nos mantiene coleantes
a falta de órdenes de desahucio.
Amanece
y se incluye otro ayer en el historial de navegación.
Atareado pulular
en el alud de casualidades diarias.
Riadas de imprevistos amansados
por una programación biológica.
Ay, estabulada casualidad.
La esporádico y fortuito
se piensa en la cumbre de la cadena alimentaria,
imagina adensarse en la sustancia de la roca,
el fuego,
un viento,
de lo que viene siendo y no precisa más reflexión existencial
que otra órbita planetaria.
¿Te das cuenta? Has ido a mear y ya han vuelto mis tontás…
«Tu hambre
que me encarama
a hombre.
Ciégame, por favor».
George Nebieridze |
3 Comentario:
pero qué maravilla
Antero, un abrazo.
Aquí es ya cuando la palabra pierde todo sentido. Inútil añadir más a esta maravilla, Antero
Abrazo
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