Vladimir Milivojevich "Boogie" |
Los hombres lloramos, por supuesto, pero no sabemos llorar
—Y aquí estoy yo sosteniendo en brazos a un famélico niño sudanés. Y aquí, consternado, en los hornos crematorios de Auschwitz. Y aquí en Haití, cuando el terremoto asoló la isla, ¿te acuerdas? Y aquí, con el corazón encogido, recorriendo los campos de refugiados de Grecia… En fin, qué te voy a contar, dan ganas de perder toda esperanza en la Humanidad.
1 Comentario:
*En algún momento ocurrió lo definitivo: olvidamos el compromiso de llorar
tiempo perdido.
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